Hola, lectores.
Hoy venimos con una entrada acerca de las consecuencias que el tabaco nos produce.
¿Alguna vez os habéis preguntado qué le ocurre a vuestro corazón mientras fumáis? ¿O a vuestro cerebro?
Nosotros sí, y tras haber profundizado un poco más acerca del tema nos hemos ido dando cuenta de que no es nada bueno (como era de esperar).
Vamos a contaros algunas de las consecuencias más generales, (y curiosas) porque graves son todas.
En primer lugar, la aceleración.
Si notas que tu pulso se acelera, no es que haya llegado la primavera, sino que la nicotina aumenta hasta 20 veces el pulso del corazón. Y eso no es todo, la nicotina hace que la temperatura de las manos y de los pies disminuya hasta 3ºC.
También, las toxinas.
¿Sabías que una sola calada contiene 400 toxinas y 43 elementos cancerígenos?
Cada vez que el humo entra en tu boca, los radicales libres de esas toxinas atacan a tus células y las destruyen. TE ESTÁS OXIDANDO POR DENTRO.
Las conexiones neuronales también se ven afectadas.
A cada calada del cigarrillo se crea una conexión neuronal que refuerza el hábito de fumar.
A ver si nos explicamos, cuanto más fumes, más te va a apetecer fumar. Así que eso de que "Yo controlo" es mentira.
No podemos dejar atrás la reducción de vida.
Según estudios realizados por expertos, un fumador vive 6 años menos. ¿Qué quiere decir esto? Que cada calada te resta un minuto de vida. Así que si un cigarro te lo fumas en once caladas, pues once minutos menos y si te fumas un paquete al día...¿seguimos? ¿o te haces una idea?
El aumento de la serotonina, (quizás una de las consecuencias más curiosas).
Mientras fumas, la cantidad de serotonina (hormona del placer), aumenta. Eso suena bien, ¿verdad? ¡Pues no! Porque el tabaco también inhibe cuando dejas de fumar. Es decir, que te maneja a su antojo y te convierte en su esclavo.
La horrible degradación de la piel.
El humo que se produce al fumar acelera la degradación de tu piel y altera la cicatrización, ya que disminuye la oxigenación de los tejidos. Además, el calor producido en los labios puede ocasionar cáncer oral.
Tampoco está atrás la irritación de los ojos y la nariz.
¿Nunca te ha pasado que, al fumar, el humo hace que tu nariz se convierta en un pimiento y tus ojos lloren como cuando cortas cebolla? Piensa que cada vez que aspiras el humo del tabaco, tus pulmones se irritan y aumentan su mucosidad provocando esa molesta tos.
El papel de la nicotina...
Mientras fumas, tu cuerpo absorbe entre 1 y 2 mg de nicotina. Esa nicotina llega rápidamente al torrente sanguíneo y penetra en el cerebro provocando una fiesta a favor del tabaco en tu mente. Ten en cuenta que si fumas una cajetilla al día recibes unas 200 inhalaciones de nicotina. Y esas, son demasiadas fiestas.
...Y el de la adrenalina.
Justo después de que la nicotina penetre en tu cuerpo, llega la adrenalina. Al fumar, recibes un chute de esa sustancia que crea en ti una seguridad y alegría, que refuerza la falsa sensación de bienestar al fumar.
La sangre altera.
Que no, que no ha llegado otra vez la primavera. Sino que la nicotina aumenta la viscosidad de la sangre, y por tanto, hay más riesgo de trombosis. Osea, que puedes tener un atasco importantísimo en los vasos sanguíneos y que tu corazón se cabree. Y no quieres eso, ¿verdad?
Sabemos que acabar con el vicio del tabaco no es nada fácil, pero después de leer esto, seguro que lo consigues. ¡Deja de fumar y sal a respirar aire fresco! (Más saludable, y a menos precio).