Entre los regalos bajo el árbol de Navidad se cuentan los
smartphones, televisores y tabletas. Su calidad de imagen, un argumento de
compra clave, proviene de la zanahoria, origen de los cristales líquidos en los
que se ha especializado la compañía alemana Merck KGaA.
Merck, la empresa químico-farmacéutica más antigua del
mundo, afirma producir “más del 60%” de los cristales líquidos vendidos en el
planeta, seguida por sus rivales japoneses JNC y DIC, y por los chinos.
“Los millones de personas que tienen un smartphone, un
televisor o un ordenador ignoran completamente que poseen cristales líquidos”,
dijo Horst Stegemeyer, exinvestigador de la universidad alemana de Paderborn.
“El 80% de la investigación fundamental sobre los cristales líquidos tuvo lugar
en Merck”, autor de la mayoría de las innovaciones, añadió. Estos elementos
minúsculos equipan los hologramas de seguridad de los billetes de banco y sobre
todo las pantallas LCD (liquid crystal display), que dominan hoy la
electrónica.
Todo comenzó en 1888. El botánico austriaco Friedrich
Reinitzer y el físico alemán Otto Lehmann examinaron los componentes naturales
de las zanahorias y descubrieron un fenómeno extraño: algunos de ellos no
tienen un punto de fusión, sino dos. Primero se funden en un líquido turbio y
después se transforman en uno más claro, a una temperatura superior. Este nuevo
estado es el “líquido cristalino”. “Era muy excitante (...) pero nadie sabía
qué hacer con él”, afirma Mark Verrall, director adjunto de Investigación y
Desarrollo.
Hasta que en 1904 los laboratorios de Merck produjeron los
primeros cristales líquidos. Como no tenían salida comercial, acabaron en el
olvido. Pero en los años 1960 se retomaron las investigaciones siguiendo una
intuición procedente de Estados Unidos (EEUU): que estos cristales podrían
servir para las pantallas.
Hoy, los cristales líquidos ya no tienen nada que ver con la
zanahoria, sino que son el resultado de varios productos químicos. Un oro
transparente ineludible para todos los grandes fabricantes de pantallas, así
como una consagración y una revancha para Merck. “Muchos pensaron que no
tendría una aplicación comercial”, recuerda Inese Lowenstein, directora de la
división de materiales para pantallas de Merck, y agrega que las primeras
calculadoras y relojes digitales de los años 1970 eran aplicaciones aisladas,
poco lucrativas.
El grupo alemán pudo permitirse el lujo de tantear el
terreno gracias a su accionariado atípico: los Merck eran dueños del 70% del
capital y “como son un grupo familiar, hacen lo que quieren”, explica Florian
Céspedes, analista de Société Générale.
Los beneficios logrados en Merck gracias a los cristales
líquidos alimentaron la investigación en otra tecnología: los OLED (diodos
orgánicos de emisión de luz), concentrada por ahora en los televisores de muy
alta gama. El grupo “no puede permitirse perder terreno” y trabaja en otras
posibilidades, explica Lowenstein. En 2017 prevé sacar al mercado los primeros
vidrios capaces de filtrar la luz gracias a los cristales líquidos. Y los
investigadores apuntan más lejos. “En cinco o diez años, usted mirará la
televisión holográfica y se preguntará cómo la gente pudo soportar la pantalla
plana”, augura Verrall.
¿Cómo funcionan las lcd?
Las LCD (pantallas de cristal líquido) contienen dos filtros
de vidrio polarizado y tres de color que en su parte interior están cubiertos
con cristales líquidos. Estos minúsculos materiales tienen la capacidad de
orientar la luz y crear imágenes cuando se les aplica corriente eléctrica con
diferentes tipos de intensidad.
Información obtenida de: http://www.cnnexpansion.com/tecnologia/2015/12/09/las-pantallas-de-cristal-liquido-deben-mucho-a-la-zanahoria
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